Cultura, Identidad y Valores: un patrimonio compartido
Campagnolo no es solo una empresa, un logotipo o una marca. Campagnolo hoy se puede describir como una marca.
Una organización que siempre ha transmitido y compartido una serie de valores. Campagnolo se ha convertido en todo esto en más de 80 años, en parte gracias a sí mismo, la familia Campagnolo , las personas que cada día dedican todo su esfuerzo a un objetivo común, pero sobre todo, el mérito es de los aficionados al ciclismo.
Personas más que clientes, ciclistas más que consumidores. Con estas personas en particular, Campagnolo comparte la cultura del ciclismo y el deporte, el esfuerzo y el sacrificio, la victoria y la emoción.
Valores positivos y genuinos que en ocasiones se identifican con la marca Campagnolo , como si fuera un hilo conductor de la empresa, las personas, las experiencias, las historias y las visiones.
Esta es la herencia Campagnolo , este es nuestro legado.
Nuestra historia, nuestro pasado, de dónde venimos, son elementos que nos identifican hoy y que muy probablemente marcarán nuestras elecciones y los caminos que debemos seguir en el futuro.
Una cultura de la marca Campagnolo también físicamente compartida y evidente. Un apego, un credo del que muy pocas empresas en el mundo pueden presumir y algo de lo que Campagnolo se enorgullece.
Una identidad, por tanto, que viene del pasado y se ha mantenido inalterable, que hace de la innovación, el rendimiento y la pasión sus pilares fundamentales. Una identidad compartida a nivel mundial, desde Sudamérica hasta Japón, desde Canadá hasta Australia.
Una identidad reconocida no solo en el mundo de las carreras en carretera, sino también extendida en todo el mundo del piñón fijo, del movimiento vinculado al ciclismo más urbano, alternativo, de nicho y no solo. Una identidad también reconocida por el diseño de los productos Campagnolo , a veces fuente de inspiración para nuevas ideas y aplicaciones.